Las prefecturas de Imbabura y Carchi invirtieron recursos económicos y técnicos para que esta obra se haga realidad en poblados agrícolas de las dos provincias vecinas. La intervención es un ejemplo de trabajo compartido, en beneficio del sector productivo y económico. La mano de obra no calificada de las familias resultó trascendente. En mingas se llevó a cabo la excavación y relleno de la conducción del agua.
Cerca de un millón de dólares costó la construcción de las tres etapas del Sistema de Riego Biprovincial San Jerónimo – El Limonal – Tablas – El Juco. Cubre las comunidades de las parroquias La Carolina (Imbabura) y Jacinto Jijón y Caamaño (Carchi). El costo refleja el trabajo arduo que se debió hacer para cumplir el sueño de las familias dedicadas a la actividad agrícola en los dos territorios.
“Son diez años de lucha de la población que puso toda su esperanza para crecer económicamente en este proyecto. El apoyo de las instituciones públicas fue fundamental en todo el proceso, pero también la mano de obra no calificada de todos los vecinos de la zona. Trabajamos duro en el terreno para abrir las zanjas, hasta lograr lo que parecía imposible”, relata Jaime Delgado, presidente de la Junta de Riego del sector.
El dirigente no puede esconder su alegría al recibir oficialmente la obra emblemática que, en adelante tiene la capacidad de regar 252 hectáreas de terrenos, repartidos en las comunidades cercanas, en donde generalmente se cultiva naranja, papaya, guanábana, maíz, mango, fréjol, cacao, entre otros productos que dan sostén a la economía local. “Las tierras áridas ahora están en capacidad de madurar exuberantes frutos”.
Las prefecturas de las dos provincias fueron quienes destinaron los recursos económicos y técnicos para concretar este objetivo. Lo hicieron en tres etapas, considerando el costo elevado. En la parte inicial, el monto financiado fue de 183.000 dólares, con lo cual se construyó la conducción de 2 kilómetros desde la captación en el río Tablas y un reservorio en San Francisco de Tablas (Carchi). La excavación y el relleno se realizó en terreno rocoso, en la mayor parte a base de mingas comunitarias.
Tras esta acción, los organismos provinciales firmaron un nuevo convenio. Esta vez, la inversión conjunta fue de 252.000 dólares, con lo cual se realizó un trasvase de agua de una población a otra, mediante obras hidráulicas. Se hizo un sifón, un paso elevado sobre el río Mira y una conducción de acero de 2 kilómetros de longitud, gracias a lo cual, los propietarios de las tierras, especialmente, de Imbabura lograron obtener agua para riego.
Culminar el proyecto significó una mayor cantidad de fondos. Juntando un aporte de 515.000 dólares se dio por concluida la construcción de 2 reservorios con una capacidad de distribución de 4.600 metros cúbicos de agua y una conducción de 14.85 kilómetros de longitud, dejando 70 acometidas a cabecera de parcela. Con esto, los agricultores vieron, por fin, hecha realidad la aspiración que la tenían por muchos años. Las zonas de cultivo ya no carecen de riego y están en capacidad de mejorar el rendimiento, significando mayores beneficios para los granjeros.