El Ex concejal de Ibarra, Carlos Arias Brito, se refirió al proceso de transición que enfrentan los Gobiernos Seccionales de todo el país para dar paso a las nuevas administraciones. Respecto a Ibarra, dijo que es positiva la acción de realizar un proceso ordenado y planificado, sin embargo, quedan muchos razonamientos por hacer.
El 2023 al ser un año electoral y de transición tiene presupuesto prorrogado, pero es visible en el portal de compras públicas que la Municipalidad de Ibarra tiene más de 20 procesos de contratación para adjudicar obras, adoquinados y por supuesto las últimas fiestas del Retorno, esto sumado representa casi la ejecución total del presupuesto o al menos el mayor porcentaje, dejándole poco rango de acción a la administración entrante.
Esta acción administrativa no concuerda con el anuncio de una transición ordenada, pues se debía empezar por respetar los recursos que le corresponde a la siguiente administración municipal, planificar y ejecutar.
Arias, también se refirió al papel fiscalizador que desempeñaron los actuales concejales del cantón, quienes confundieron su accionar con amplias sesiones fotográficas en inauguraciones e inicios de obra, en actividades festivas y sociales pero que muy poco se pudo de ver de acciones realmente fiscalizadoras y menos todavía de propuestas legislativas.
Al final también se refirió a la Ley Orgánica de Servicio Público –LOSEP que habrá sobre el nepotismo, en su artículo 6 que textualmente cita “Se prohíbe a toda autoridad nominadora, designar, posesionar y/o contratar en la misma entidad, institución, organismo o persona jurídica, de las señaladas en el artículo 3 de esta Ley, a sus parientes comprendidos hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, a su cónyuge o quien mantenga unión de hecho.” “La prohibición señalada se extiende a los parientes de los miembros de cuerpos colegiados o directorios de la respectiva institución”. Las redes sociales en Ibarra dan cuenta de escándalos de presunto tráfico de influencias, Ibarra juzgará a los ediles que dejan con nombramientos en el municipio y sus empresas a hijos, hijos políticos, familiares, amigos y allegados, mientras para un común profesional sin vínculos políticos es demasiado difícil acceder a una plaza de trabajo.
Ibarra sabrá juzgar el accionar del actual Concejo Municipal que queda entre el recuerdo de lo ofertado y lo realizado, pero aquí también juega un papel importante la Contraloría General del Estado.