Transformación inclusiva en la Asociación de No Videntes de Imbabura: Un mural que habla para todos

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Durante el feriado del 10 al 12 de febrero, la Asociación de No Videntes de Imbabura (ANVI) llevó a cabo un proyecto especial que no solo transformó sus instalaciones, sino que también dejó una huella inclusiva y conmovedora en la comunidad. Este proyecto fue posible gracias a la donación de pintura por parte de la empresa Landeta Construcción y al trabajo voluntario de destacados artistas como Lucas Ramos, Edwin Espinoza, James Quiroga, Dominique Carrión y Lucía Mena.

 

 

Los miembros de ANVI y los voluntarios se reunieron el sábado 10 de febrero para comenzar la transformación del espacio, destacando la importancia de la colaboración comunitaria. El domingo 11 se enfocaron en crear un mural inclusivo, con placas escritas en braille, y el lunes 12 finalizaron la pintura del mural, permitiendo que los niños de la asociación dejaran sus huellas en la pared como símbolo de su participación activa en el proyecto.

ANVI, fundada en 1998, es una organización dedicada a las Personas con Discapacidad Visual (PDV) y cuenta actualmente con 70 miembros. Su centro de apoyo pedagógico, dirigido por Noemí Trejo, se centra en la enseñanza del braille para empoderar a las personas con discapacidad visual y proporcionarles apoyo integral en tareas escolares. Actualmente, atienden a unos 25 niños, adolescentes y adultos.

 

 

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en Imbabura hay unas 13,830 personas con discapacidad, de las cuales el 10.02% tienen discapacidad visual. Estas cifras resaltan la importancia de iniciativas como el mural inclusivo, que no solo embellece el entorno de la asociación, sino que también promueve la conciencia y la inclusión en la comunidad.