En la parroquia rural de Pablo Arenas, ubicada en el cantón Urcuquí, se ha llevado a cabo un significativo proyecto de recuperación de tierras erosionadas, liderado por el Programa de Roturación de Suelos de la Prefectura Ciudadana de Imbabura. Este programa ha permitido la reincorporación de 408 hectáreas de tierras previamente degradadas a la producción agrícola mediante técnicas de roturación, las cuales implican la remoción del suelo degradado y compactado con el objetivo de restaurar su fertilidad.
Gracias a estas acciones, la producción local en la parroquia ha experimentado un notable repunte, generando un movimiento económico estimado en 2 millones de dólares en el último año. Se destaca la comercialización de diversos productos agrícolas, como aguacate, espárrago, granadilla, pimiento, tomate riñón, fréjol y caña de azúcar, tanto en mercados nacionales como extranjeros.
El presidente del Gobierno Parroquial de Pablo Arenas, Widman Maldonado, resalta la proyección de recuperar otras 200 hectáreas de tierras para el año 2027, así como la construcción de aproximadamente 100 reservorios de agua, medidas que podrían aumentar el movimiento económico anual en la zona a cerca de 3 millones de dólares.
Este éxito se atribuye a la visión y el liderazgo del prefecto Richard Calderón, quien ha priorizado la inversión en obras de riego, no solo para potenciar el sector agrícola, sino también para generar empleo, aumentar los ingresos locales y contribuir al desarrollo sostenible del territorio.
Como parte de este impulso al desarrollo agrícola, se ha iniciado el Proyecto “Rehabilitación de la Infraestructura Hidráulica del Sistema de Riego La Alegría”, con el objetivo de suministrar agua a 500 hectáreas dedicadas al cultivo permanente en la parroquia. Este proyecto, que ha sido oficialmente inaugurado por Calderón, busca garantizar la producción y abrir más oportunidades laborales para las familias locales.
Además, se ha anunciado una segunda fase del proyecto con una inversión adicional de aproximadamente 403.075,75 dólares, junto con estudios técnicos para rehabilitar la vía entre Ibarra y Urcuquí, esencial para la movilización y el dinamismo de las actividades económicas en la región.
Por otro lado, Paolina Vercoutère Quinche, viceprefecta de Imbabura, resalta la importancia del agua en la agricultura y destaca la relevancia de la política social para el desarrollo. Para el año 2024, se planea implementar un proyecto de alimentación escolar que beneficiará a 3200 niños y niñas en 24 parroquias y 43 escuelas fiscales de la provincia, ampliando así el impacto social de las iniciativas de desarrollo local.