
Ubicado en la comunidad de El Corazón, parroquia García Moreno, El Rinconcito de Manduriacuo es el destino perfecto para quienes buscan disfrutar de la naturaleza en un ambiente familiar. Este encantador lugar ofrece una amplia variedad de frutas frescas para degustar, incluyendo maracuyá silvestre, naranjas, salak, plátanos, macadamias, cacao, cocos, zapotes, badeas, guabas, dadeas y guayabas.
Además de deleitarse con estas frutas, los visitantes pueden disfrutar de un criadero de tilapia y conchas, donde es posible pescar y pasar un rato agradable. Los senderos del lugar invitan a recorrerlos y descubrir una hermosa cascada, ideal para relajarse. El río que atraviesa la propiedad ofrece aguas cristalinas y naturales, perfectas para nadar, refrescarse y disfrutar de un entorno tranquilo.
Uno de los atractivos más singulares de El Rinconcito de Manduriacu es la posibilidad de beber agua natural de guadua, una experiencia única que conecta a los visitantes con la naturaleza de una manera especial. Además, se puede conocer un majestuoso árbol de ceibo de 30 años de vida, símbolo de la longevidad y la belleza del lugar.
La flora y fauna del lugar son otro de los grandes atractivos. Los visitantes pueden observar una gran diversidad de plantas y animales en su hábitat natural, lo que hace de cada visita una experiencia educativa y enriquecedora. La tranquilidad del entorno, combinada con la amabilidad de Wilson Landy, el propietario, crea un ambiente acogedor y familiar. Wilson, siempre dispuesto a compartir la historia de cómo se construyó este hermoso lugar, añade un toque personal y cálido a la visita.
El Rinconcito de Manduriacu no es solo un lugar para disfrutar de la naturaleza, sino también un espacio para desconectar del ajetreo diario y reconectar con lo esencial. La paz y la serenidad que se respiran en cada rincón invitan a los visitantes a relajarse y disfrutar de momentos inolvidables en compañía de sus seres queridos.
El Rinconcito de Manduriacu es un destino que ofrece una experiencia completa: desde la degustación de frutas frescas y la pesca, hasta la exploración de senderos naturales y el disfrute de la tranquilidad del río y la cascada. Todo esto, acompañado de la hospitalidad de su propietario, hace de este lugar un verdadero paraíso para disfrutar en familia.
