
En las comunidad de El Corazón, Cielo Verde, Villaflora de Manduriacu Grande pertenecientes a la parroquia García Moreno, el cultivo de pitahaya ha tomado un impulso significativo en los últimos años. Esta fruta tropical, originaria de Asia, se ha convertido en una gran promesa para los agricultores locales, quienes ven en ella una oportunidad de diversificación y exportación.
La pitahaya, también conocida como fruta del dragón, requiere de condiciones específicas para su crecimiento óptimo. Prefiere climas cálidos y subhúmedos, con temperaturas que oscilan entre 16 y 25 grados centígrados . Además, exige una alta luminosidad, suelos ranco -arenosos , con buen drenaje y ligeramente ácidos. Esta planta es capaz de prosperar a altitudes de hasta 1.600 metros sobre el nivel del mar.

La parroquia García Moreno ofrece unas condiciones climáticas inigualables para el cultivo de la pitahaya. Según Pablo Jiménez, un agricultor destacado local, las altitudes entre 900 y 1 000 metros sobre el nivel del mar proporcionan un ambiente propicio para la planta. Además, la pitahaya se adapta bien a la humedad de la región y resiste las condiciones de verano, aunque la humedad excesiva debe ser controlada mediante fungicidas e insecticidas.
La propagación de la pitahaya se realiza mayoritariamente a través de esquejes, un método que acelera la obtención de plantas productivas. Este procedimiento implica cortar tallos de 25 a 30 centímetros de longitud de plantas madre de al menos dos años de edad. Luego, estos tallos se dejan cicatrizar a la sombra durante un período de 3 a 7 días antes de ser sembrados en un sustrato rico en materia orgánica y bien drenado. Esta técnica ha demostrado ser eficiente y práctica para los agricultores de la zona.

La pitahaya es una planta perenne que puede tener una vida útil de entre 20 y 25 años si recibe los cuidados adecuados. El mantenimiento regular incluye la poda, el control de plagas y enfermedades, y la aplicación de fertilizantes orgánicos para asegurar su crecimiento saludable. Desde el primer brote de flor hasta la maduración completa de la fruta, el proceso toma aproximadamente 4,5 meses.
El auge del cultivo de pitahaya en García Moreno no solo representa una fuente de ingresos para los agricultores, sino también una oportunidad para posicionar a la región en el mercado internacional de frutas tropicales. La demanda creciente de pitahaya a nivel mundial sugiere un futuro prometedor para este emprendimiento, beneficiando tanto a los productores como a la economía local.
