Escuela de Fútbol Hermanos Espinoza, forjando talentos en Intag

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La Escuela de Fútbol Hermanos Espinoza, en las distintas comunidades en la zona de Intag, ha emergido como una pieza clave para el desarrollo del talento futbolístico en el Cantón Cotacachi.

 

 

Fundada hace cuatro años, esta escuela tiene como objetivo descubrir y nutrir el talento futbolístico local, acompañando a los jóvenes en su proceso de llegar a equipos profesionales como el Deportivo Imbabura, Liga de Quito e Independiente del Valle. Los hermanos Adrián Espinoza Lema y Leonardo Javier Espinoza Lema, conocido como «Toño Espinoza» en el Club Social y Deportivo Macará, son los fundadores y principales impulsores de este proyecto

La formación que reciben los jóvenes en la Escuela de Fútbol Hermanos Espinoza es intensiva y dedicada. Los entrenamientos se llevan a cabo tres días a la semana, con sesiones de dos horas cada día. La meta de los hermanos Espinoza es que la escuela se convierta en un centro de alto rendimiento en un futuro cercano.

 

 

Adrián Espinoza, uno de los fundadores, recuerda su valiosa formación como jugador profesional en el Deportivo Imbabura y utiliza su experiencia para inspirar y guiar a los jóvenes talentos.

 

 

Aunque la escuela ha buscado el apoyo de las autoridades competentes sin tener respuestas positivas espera recibir el respaldo necesario para continuar su labor. Patricio Torres, un padre de familia, menciona que está contento de que sus hijos asistan a esta escuela. «Los logros han sido gracias al esfuerzo propio de los padres de familia que la iniciativa ha prosperado», comenta Torres. También hace un llamado a las entidades públicas y privadas para que apoyen al deporte, resaltando la importancia de actividades saludables para los jóvenes, evitando así que tomen caminos negativos como los vicios o las drogas.

La Escuela de Fútbol Hermanos Espinoza se ha convertido en un faro de esperanza y desarrollo para muchos jóvenes en Intag. Con un enfoque en la formación integral y el apoyo constante, esta escuela no solo aspira a formar jugadores profesionales, sino también a contribuir al bienestar y al futuro de la juventud en la región. El sueño de los hermanos Espinoza de crear un centro de alto rendimiento está cada vez más cerca de hacerse realidad, gracias al esfuerzo conjunto de la comunidad y el compromiso inquebrantable de sus fundadores.