“El derecho a manifestarse es legítimo y merece respeto. Pero no confundamos a los manifestantes pacíficos con quienes se infiltran para delinquir. Lo de Cotacachi no fue protesta: fue una emboscada cobarde ejecutada por estructuras criminales —terroristas— que atacaron a nuestras Fuerzas Armadas”, expresó Rovira.
Las declaraciones de la ministra llegan pocas horas después de que se confirmara la muerte del dirigente comunitario Efraín Fúerez durante los mismos enfrentamientos, un hecho que ya es investigado por la Fiscalía a través de su Unidad Especializada en la Investigación del Uso Ilegítimo de la Fuerza.
La situación en Imbabura se mantiene tensa, con comunidades indígenas movilizadas en rechazo a la eliminación del subsidio al diésel y otras medidas del Gobierno Nacional. Mientras tanto, organizaciones sociales insisten en la necesidad de que se garantice la protesta pacífica y se evite la criminalización de los manifestantes.
Hasta el momento, las Fuerzas Armadas no han emitido un informe oficial sobre los uniformados desaparecidos, mientras que la Fiscalía continúa con las diligencias para esclarecer la muerte de Fúerez y otros hechos ocurridos durante la jornada.
