El Bloque de Seguridad del Gobierno Nacional anunció el despliegue de 5 000 uniformados adicionales, entre policías y militares, hacia la provincia de Imbabura, con el objetivo de apoyar a los 2 000 agentes ya presentes en la zona. Con esta medida, las autoridades buscan retomar el control del territorio y habilitar las vías bloqueadas, en medio de una serie de protestas que han convertido a Imbabura en el epicentro de la conflictividad social de los últimos días.
El ministro del Interior, John Reimberg, informó este martes que hasta el momento no se han registrado muertes de manifestantes en Otavalo, uno de los focos más activos de las movilizaciones.
Asimismo, Reimberg indicó que el número de personas detenidas en el contexto de las protestas aumentó de 23 a 43. Entre los arrestados se encuentran dos ciudadanos extranjeros, uno de nacionalidad colombiana y otro venezolana, cuyas situaciones legales están siendo evaluadas por las autoridades competentes.
El operativo responde a la escalada de tensiones en la región andina del norte del país, donde organizaciones sociales han protagonizado bloqueos y enfrentamientos con la fuerza pública. Las causas de las manifestaciones aún están siendo analizadas, mientras el Ejecutivo sostiene reuniones con diversos sectores en busca de una salida al conflicto.
Las autoridades no han precisado el tiempo que permanecerá el refuerzo de seguridad en Imbabura, pero aseguraron que las acciones continuarán hasta restablecer por completo el orden público.
