
Las Fuerzas Armadas del Ecuador tomaron control total del sector de Buenos Aires, en la provincia de Imbabura, como parte de una intervención militar de gran escala contra la minería ilegal. La operación, ejecutada por orden del Gobierno Nacional, se llevó a cabo en los sectores de Mina Vieja, Mina Nueva, Mina El Olivo y Esperanza de Río Verde, con un despliegue de 300 efectivos y el uso de artillería pesada, morteros y apoyo aéreo.
Durante la ofensiva, el personal militar destruyó más de 720 bocaminas y diversas estructuras utilizadas por organizaciones criminales, abarcando una superficie aproximada de 187 hectáreas. Las autoridades confirmaron que la presencia militar será permanente, mediante la instalación de un destacamento fijo para garantizar el control territorial.
La operación fue liderada en el terreno por el ministro de Defensa Nacional, Gian Carlo Loffredo, y el jefe del Comando Conjunto, general Henry Delgado Salvador, quienes calificaron la intervención como un paso firme en la lucha contra economías ilegales.
“Sepan que en Buenos Aires ya se terminó la minería ilegal. La presencia de Fuerzas Armadas va a ser permanente”, señaló Loffredo.

En paralelo, en el sector Esperanza de Río Verde (parroquia Lita), se detuvo en flagrancia a siete personas —cinco ciudadanos colombianos y dos ecuatorianas— con armamento militar y municiones en su poder.
El Gobierno advirtió que el ingreso no autorizado a la zona representa un riesgo extremo, debido a la posible presencia de grupos irregulares armados extranjeros asociados a grupos delictivos organizados (GDOs). Cualquier incursión será considerada una amenaza a la seguridad nacional.
Esta acción forma parte de una estrategia nacional para erradicar la minería ilegal, que el Ejecutivo considera una amenaza directa al medio ambiente, a la seguridad y a la soberanía del Estado ecuatoriano.
“El Ecuador cuenta con Fuerzas Armadas fuertes, decididas y al servicio del país. La ley y el orden prevalecerán”, reiteró el Ministerio de Defensa en su boletín oficial.
