Desde enero de 2026, Ibarra cobrará la tasa de recolección de basura a través de la planilla de agua potable

Tras la decisión del Gobierno Nacional de eliminar el cobro de la tasa de recolección de basura en las planillas eléctricas, el Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de Ibarra anunció que a partir de enero de 2026 este rubro será recaudado mediante la planilla de agua potable.

 

La medida nacional fue comunicada el pasado 9 de octubre de 2025 por el Ministerio de Ambiente y Energía, con el objetivo de garantizar mayor transparencia en el sistema eléctrico y que los usuarios paguen exclusivamente por su consumo real de energía.

 

En el caso de Ibarra, Diego Villalba, director de Gestión Ambiental del GAD, explicó en entrevista con el medio Imbabura en Línea que el nuevo sistema de cobro ya está definido. “La tasa de recolección de basura se incluirá en la planilla de agua potable a partir de enero del próximo año”, indicó.

 

Según los estudios realizados por la municipalidad, el cambio de plataforma de cobro no representará un impacto significativo, ya que existe una diferencia de apenas 8.000 usuarios entre quienes reciben planillas eléctricas y quienes están registrados en el sistema de agua potable.

 

Además, Villalba informó que se eliminará el subsidio municipal que hasta ahora cubría el 80 % de esta tasa. El subsidio había sido aprobado por el Concejo Municipal, pero no fue aplicado por la empresa eléctrica Emelnorte. Con el nuevo esquema, se aplicará plenamente la eliminación del subsidio, por lo que el valor a pagar por usuario será de 1 dólar con 25 centavos mensuales, previa autorización del directorio de EMAPA-I.

 

En cifras, actualmente la recaudación por esta tasa es de aproximadamente 1,6 millones de dólares anuales, mientras que el presupuesto municipal para el manejo de desechos sólidos en Ibarra supera los 6,8 millones de dólares. La eliminación del subsidio busca reducir ese déficit operativo.

 

En cuanto a la gestión de residuos, Ibarra cuenta con seis camiones recolectores en funcionamiento, y se ha mejorado el traslado de desechos desde la estación de transferencia de Socapamba hasta San Alfonso, lugar que actualmente se encuentra bajo una auditoría ambiental de rutina.

 

De cara al 2026, el municipio proyecta una inversión superior a 1,5 millones de dólares para fortalecer el sistema de limpieza urbana. Se contempla la adquisición de cinco nuevos recolectores de basura, una barredora mecánica, más contenedores para reemplazar los que han sido vandalizados, y la contratación de nuevo personal de barrido manual.

 

Las autoridades recalcan que estos cambios buscan mejorar la sostenibilidad financiera del servicio y optimizar la recolección de residuos en el cantón, en beneficio de la salubridad y el orden urbano.

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