
En la frontera norte del Ecuador, entre los manglares de las parroquias Mataje y Ancón de Sardinas (Palma Real), en el cantón San Lorenzo, provincia de Esmeraldas, las mujeres concheras sostienen, con su trabajo diario, la vida comunitaria y la economía local. Su labor, históricamente invisibilizada, representa un pilar fundamental para cientos de familias que dependen de la recolección de conchas como principal sustento.
Un proyecto que impulsa bienestar y autonomía
Gracias al apoyo de la Embajada de Canadá, a través del Fondo Canadiense para Iniciativas Locales (CFLI), y la ejecución de la Fundación Tierra para Todos, se desarrolla el proyecto “Fortalecimiento de Capacidades para las Mujeres Recolectoras de Conchas del Cantón San Lorenzo”. Esta iniciativa busca fortalecer el bienestar integral, la organización comunitaria y la autonomía económica de las mujeres del territorio.
Como parte del proceso, 90 mujeres concheras participaron en talleres de autocuidado, donde recibieron herramientas prácticas para proteger su salud antes, durante y después de las jornadas en el manglar. Se abordaron temas como nutrición, higiene, salud bucal y prevención de enfermedades, complementados con la entrega de kits de higiene personal, que dignifican su trabajo cotidiano.
Formación económica con enfoque de género
Paralelamente, las participantes asistieron a talleres de Emprendimiento y Administración con Enfoque de Género, fortaleciendo conocimientos en educación financiera, presupuestos, ahorro y contabilidad básica. Al finalizar, cada mujer recibió un kit financiero, clave para separar las finanzas del hogar y del emprendimiento, y avanzar hacia una gestión económica más sostenible.
Las beneficiarias provienen de comunidades como El Cauchal, Palma Real, Mataje, Punta de Miguel, Campanita, Las Delicias y Caraño, consolidando una red territorial de mujeres organizadas que comparten saberes y experiencias.
Trabajo invisible y alta vulnerabilidad
En Ancón de Sardinas, cerca del 80 % de la población se dedica a la recolección de conchas, principalmente mujeres. Los ingresos semanales apenas alcanzan los 90 dólares, y cerca del 40 % son jefas de hogar, evidenciando una fuerte vulnerabilidad social y económica.

