En reunión con los presidentes de los gobiernos parroquiales rurales de la provincia de Imbabura, el prefecto Richard Calderón, acompañado de la viceprefecta Paolina Vercoutère Quinche, presentó el Programa “Contigo Construimos”, una iniciativa que propone unir esfuerzos a fin de mejorar la vialidad, ejecutando especialmente obras de adoquinado. Es una respuesta creativa ante las limitaciones económicas que enfrenta el país y el recorte presupuestario que sufren los organismos autónomos descentralizados.
Para citar, en este año, la Prefectura vio mermado sus recursos en alrededor de 1.586.000 dólares.
El programa arranca con un capital de inversión de 600.000 dólares para adoquinar unos 10 kilómetros de vías en las parroquias que decidan integrarse al beneficio. Será un ejercicio inicial, pues más adelante se ampliará la cobertura, lo cual significa adoquinar un número más alto de kilómetros.
Los gobiernos parroquiales y los beneficiarios juegan un papel importante dentro de esta acción. Aportarán con el adoquín, mientras que la Prefectura, bajo la modalidad de administración directa, pondrá al servicio su maquinaria, encargándose de realizar la sub base y adquirirá la arena que se necesita, contratando además la mano de obra.
En definitiva, el aporte del organismo provincial significa el 67 por ciento del costo total de este trabajo que, conforme está trazado, en esta primera fase tomará en cuenta para mejorar, 1 kilómetro en cada territorio rural, tramo que tiene un costo de 180.000 dólares. “Esta es una estrategia que la estamos poniendo a consideración de todas las parroquias, ante la falta de recursos económicos.
Pero no solo este plan concentra la atención de la autoridad imbabureña. En este encuentro con los representantes de las 36 parroquias rurales, explicó que se ha emprendido gestiones al más alto nivel, con el objetivo de intervenir en obras de gran impacto en el tema de vialidad, considerando su gran importancia en el desarrollo social y económico. “Con buenas vías, la gente puede explotar mejor la producción agrícola, trabajar en emprendimientos, explotar los beneficios del turismo y, sobre todo, puede vivir en condiciones dignas”.
El prefecto Calderón planea comprar maquinaria nueva, tras haber evaluado las condiciones del parque automotor y equipo caminero existente. Precisamente, como parte de su labor inicial, encargó la elaboración de un informe técnico, cuyo resultado dio cuenta que de 38 vehículos livianos que sirven para el transporte, 31 han cumplido la vida útil. Así mismo, en lo referente a la maquinaria de operación, de 44, 37 prácticamente han llegado a la parte culminante de su periodo óptimo de utilización. “La renovación de la maquinaria es urgente, porque es necesario ser más eficientes en la tarea de mejorar los caminos”.
Otra de las fórmulas implementadas para impulsar el desarrollo local, es atraer y hacer efectiva la cooperación internacional. En ese orden, se realizan gestiones ante el Banco Mundial; Banco Interamericano de Desarrollo, BID; y, Banco de Desarrollo del Ecuador, BEDE, con el objetivo de conseguir créditos favorables dirigidos a la inversión en proyectos de gran impacto, no solo local, sino provincial.
La construcción de infraestructura física va de la mano de la gestión social, a través de la Dirección de Género y Derechos Humanos y su programa Warmi Imbabura. En esto, la tarea de la viceprefecta es fundamental. Precisamente, en esta cita con las autoridades de las parroquias, ella explicó que la extinción del Patronato no significa dejar a un lado servicios importantes para las comunidades. Al contrario, dijo, se trata de fortalecer la política pública, en concordancia con las necesidades de la población. “Vamos a recorrer el territorio para exponer la cartera de servicios, estamos buscando ser más eficientes y de trabajar de manera mancomunada”.
