En un emotivo acto realizado en el Comando de Policía de la Subzona Imbabura la mañana del jueves 6 de junio del 2024, «Valor, Disciplina, Lealtad» resonaron como voces de mando expresadas por el niño Lenin Eduardo Escobar Benavides, quien fue seleccionado como «comandante por un día».
La ceremonia contó con la presencia de autoridades, estudiantes y padres de familia de la Unidad Educativa Especializada «Beatriz Jarrín».
Por primera vez, Lenin, un niño de 12 años con una discapacidad intelectual del 65%, experimentó la satisfacción de vestir el uniforme verde aceituna en el grado de Coronel de Policía. «Siempre fue mi sueño ser policía», expresó con profunda emoción.
El acto institucional fue presenciado por diversas autoridades incluyendo al gobernador de Imbabura, el doctor Juan Echeverría; el General de Distrito Renato Cevallos, Comandante de la Zona 1; y el Coronel Ricardo Manitio Espinel, Comandante de la Subzona Imbabura. Fue a ellos a quienes les correspondió imponer las insignias de mando al joven «Comandante por un Día» mientras servidores policiales de rango directivo y técnico operativo formaban en el lugar.
El proyecto «Policía de Barrio» del Distrito Ciudad Blanca, que incluye entre otras actividades de acercamiento comunitario la selección de un niño para actuar como «Comandante por un día», permitió que Lenin viviera una experiencia inolvidable.
Durante el evento, tuvo la oportunidad de dirigirse a los servidores policiales, a quienes saludó como un verdadero oficial. «Viva el Ecuador», exclamó Lenin al concluir el acto simbólico.
Posteriormente, el joven comandante realizó un recorrido por varias instalaciones de la unidad policial, así como por las Unidades de Policía Comunitaria del Circuito «Amazonas». Esta distinción honorífica no solo reconoció el interés de Lenin por la labor policial, sino que también destacó el compromiso de la Policía Nacional con la inclusión y el acercamiento a la comunidad.
La experiencia de Lenin como «Comandante por un día» fue una demostración significativa de cómo las iniciativas de integración y acercamiento pueden tener un impacto positivo en la vida de los jóvenes, especialmente aquellos con necesidades especiales, fortaleciendo su autoestima y ofreciéndoles momentos de alegría y reconocimiento.