En la noche del miércoles 3 de julio en Ibarra, una denuncia de robo de una motocicleta condujo a una investigación exhaustiva que resultó en la desarticulación de dos organizaciones delictivas, una dedicada al robo de motocicletas y otra al tráfico de sustancias sujetas a fiscalización.
La alerta inicial fue comunicada al ECU 911, reportando que tres individuos en un automóvil habían sustraído una motocicleta estacionada junto a un local comercial en el centro de la ciudad. El incidente, capturado por cámaras de vigilancia, permitió a los agentes de la Policía Judicial iniciar las investigaciones correspondientes.
Utilizando técnicas de investigación avanzadas y herramientas tecnológicas, los policías identificaron rápidamente la ubicación de los sospechosos. Se coordinó con la fiscalía para obtener órdenes de allanamiento para dos propiedades ubicadas en el barrio Lomas de Azaya, en las calles Guayaquil y Zumba.
La acción policial en las viviendas se llevó a cabo la noche del mismo día. En la primera vivienda, Brandon Adam L.S. (22), Joe Ramiro N.Q. (23), y Alan Jairo N.Q. (18), fueron aprehendidos en flagrancia como presuntos autores del robo de la motocicleta. En el lugar se encontraron diversas evidencias, incluyendo un vehículo y herramientas usadas potencialmente para el robo de motocicletas.
En la segunda vivienda, la policía detuvo a cinco individuos vinculados a una red de tráfico de drogas. Entre los detenidos, Marcela María Ermelinda B.O. (59) con tres detenciones previas, y Fabián Arturo A.G. (28) con dos detenciones anteriores, ambos por delitos relacionados con sustancias estupefacientes.
Los otros aprehendidos fueron Wilson Alexander A.E., Bryan Steven M.D., y Geovanny Francisco G.B., todos ingresados al Centro de Detención Provisional de la ciudad.
Durante este operativo, se decomisaron una motocicleta, un arma de fuego, 53 dólares en efectivo y 488 gramos de marihuana. Los individuos de ambas organizaciones fueron puestos a disposición de las autoridades competentes, mientras que las evidencias fueron almacenadas en las bodegas de la Policía Judicial bajo la debida cadena de custodia.
Este caso refleja el compromiso continuo de las autoridades para combatir el crimen organizado y asegurar la seguridad de la comunidad en Ibarra.
