Un convoy militar irrumpió en la madrugada. A la 1:15 de la mañana, el presidente Daniel Noboa arribó de forma inesperada a Otavalo, acompañado de varios de sus ministros. El mandatario, que desde la eliminación del subsidio al diésel había trasladado la sede de gobierno a Latacunga para enfrentar un escenario de protestas, decidió llegar por vía terrestre a Imbabura, y en particular a la ciudad donde la movilización contra la medida ha sido más intensa.
La presencia de Noboa estuvo marcada por una inédita militarización. Según estimaciones, cerca de mil soldados custodiaron las calles, sobre todo en los alrededores del hotel Otavalo, donde descansó el presidente y su comitiva. Desde las veredas, grupos de ciudadanos se agolparon para expresar apoyo o rechazo al mandatario, en medio de un ambiente más tenso que en días anteriores.
Un discurso sin concesiones
En la mañana del miércoles, Noboa participó en un acto en el colegio Jacinto Collahuazo, donde se refirió a las protestas en curso. Su mensaje se alejó del tono conciliador: calificó a las movilizaciones como “actos de terrorismo disfrazados de protestas” que, según dijo, buscan desestabilizar al país.
“El Ecuador enfrenta enemigos del progreso que intentan devolvernos al caos”, señaló, al tiempo que acusó a ciertos grupos de “manipular a las comunidades” sin representar a la mayoría de la población.
El presidente advirtió que su administración no cederá frente a las amenazas y aseguró que los intentos de intimidación “no se han enfrentado antes a un grupo con la fuerza para ir de frente contra ellos”.
En su intervención, también informó sobre la detención de cuatro ciudadanos venezolanos en Chimborazo, acusados de robar bombonas de gas. Según Noboa, este hecho no corresponde a una protesta social, sino a actos delictivos que serán procesados bajo la figura de terrorismo. Los detenidos, agregó, serán trasladados a una cárcel de máxima seguridad.
Economía y entrega de bonos
Más allá de la seguridad, el mandatario destacó las acciones de apoyo al sector rural. Durante la jornada, anunció la entrega de 1.800 Bonos Raíces de 1.000 dólares cada uno y aseguró que alrededor de 80.000 agricultores han recibido ya este beneficio. La meta, dijo, es inyectar 100 millones de dólares al campo.
Noboa subrayó además que la economía ecuatoriana ha crecido más del 4 % en lo que va del año y que el riesgo país ha disminuido. “La gente quiere trabajar, quiere que sus hijos vayan a las escuelas y universidades”, expresó.
Al finalizar el evento, el presidente se trasladó a un parque cercano, donde abordó un helicóptero que lo llevó a continuar con su agenda en otra ciudad.
